Varland se fundó como taller de enmarcado en el 2019, al sur de la ciudad de Buenos Aires, exactamente en el histórico barrio de San Pedro González Telmo. Inicié las actividades en mi pequeño departamento sobre la calle Defensa, a metros del Parque Lezama.
En ese reducido espacio, contaba con una sierra ingletadora, un tensor para encolar los marcos, un cortavidrios, una regla, una mesa de un metro cuadrado y, sobre todo, muchísimas ganas de iniciar este gran camino.
El enmarcado es un oficio dedicado, donde la paciencia es un don que se adquiere con el tiempo. Esta virtud permite ser delicado, tomar las medidas correctas, satisfacer a quienes confían en nosotros y cuidarse a uno mismo ante los riesgos inherentes al trabajo.
En el transcurso de la Pandemia de COVID-19, conocí muchas historias del barrio que necesitaban ser conservadas y exhibidas en un cuadro. Desde un vinilo de 50 años presentado en la audición de una abuela, hasta una camiseta centenaria con la cual un jugador murió en el campo de juego. Cada recuerdo era invaluable.
Luego de mucho aprendizaje y de hacerme conocido en el rubro, me mudé a una galería en el barrio de San Nicolás, sobre la calle Uruguay al 200. Ahí aprendí las tareas administrativas, la responsabilidad con los proveedores y la importancia de la publicidad. Fue una etapa de gran crecimiento, ¡y luego di un paso más!
En el 2023 volví a mudarme, esta vez al barrio vecino de Balvanera. Me esperaba un local con mucha historia sobre la calle Sarandí al 607. Allí estuvo por mucho tiempo un luthier que recorrió el mundo: un tal Oscar Testa. No pude conocerlo en persona porque ya no estaba en este mundo, pero luego de escuchar las historias de vecinos y amigos, decidí enmarcar una foto suya y colgarla en el local para que su espíritu siga presente en el barrio.
Ya son 2 años los que llevo aquí. Solo el tiempo dirá si es mi último lugar o si es otro taller temporal. He aprendido muchísimo del oficio, de la gestión y, fundamentalmente, de cómo entender lo que la gente necesita para conservar sus recuerdos y emociones.
Actualmente, continúo formándome en el oficio del enmarcado, su restauración y conservación, también en la técnica de aplicar Dorado a la Hoja.
Sigo formándome porque los marcos son mucho más que cuatro cortes de madera, vidrio y una contratapa. Merecen la dedicación y el conocimiento necesario para restaurarlos, conservarlos y exponerlos adecuadamente.